¿Quieres dejar el egoismo financiero en pareja? ¡Descúbrelo aquí, en Consejo Financiero!
Kitipun es una canción que me fascina, no sólo por la calidad que identifica todas las producciones de Juan Luis Guerra y por lo pegajoso del ritmo, tienes que ver el video, sino por el mensaje que nos entrega, que encaja perfectamente en el tema de las finanzas personales en pareja.
Un problema frecuente de las finanzas en pareja radica en el egoismo financiero en pareja donde llegamos a construir un hogar con la otra persona empleando una mentalidad financiera de solteros, es decir, manejando el dinero y las posesiones de forma independiente, como cuando vivíamos sólos.
Por eso, he llamado este post “Egoismo financiero en pareja: Lo tuyo es mío y lo mio es mio”, como el reflejo de la forma egoísta en que muchas veces manejamos el dinero en el hogar, mentalidad que ha llevado a muchas parejas a tener serios problemas en la administración del dinero y los bienes que se tienen, generando división y desgaste en la relación y tristemente con frecuencia, la separación.
¿Te gustaría dejar de pelear por lo que cada uno tiene y encontrar la armonía en la administración del dinero y los bienes con tu pareja? Bueno, pues empecemos.
Bien pues en primer lugar, hay un principio de Stephen Covey, el autor de los 7 hábitos de la gente altamente efectiva que dice que la mejor forma de poder aumentar nuestro círculo de influencia, es decir, el poder para influir en nuestro entorno y por supuesto en nuestra pareja es empezando un cambio genuino en nosotros mismos, pues lo que hacemos dice más de lo que hablamos. ¿A que me refiero?
Si por ejemplo, tu o tu pareja o en el peor de los casos, ambos son del tipo de personas que cuando eran chicos les costaba compartir sus juguetes y de grandes les cuesta compartir su dinero y ni hablar del carro o los bienes que tanto trabajo les ha costado adquirir, mi recomendación sencilla es que dejen de pensar en singular y empiecen a pensar en plural, porque no es lo mismo estar solteros a tener un hogar.
Mira: cuando estamos solteros, disponemos libremente de nuestros recursos, no tenemos que rendirle cuentas a nadie y en resumen hacemos lo que se nos viene en gana. Cuando nos comprometemos a construir un hogar, tenemos que dejar de pensar individualmente para comenzar a pensar en forma colectiva, es decir, a tener mentalidad de equipo y dejar el egoismo financiero en pareja.
En el episodio número 9 de este podcast titulado “Finanzas exitosas en pareja sin tener que ir al ring” menciono algo determinante que quiero recordarte: un hogar es una empresa, una empresa donde hay dos socios que además de aportar amor, aportan trabajo y además ¿Qué crees? Capital. sí, capital, es decir, recursos financieros, dinero y bienes necesarios para cumplir la función social de cualquier hogar, que es la de construir una familia generando utilidades, utilidades espirituales, emocionales y por supuesto financieras, con las cuales una familia puede crecer en forma sólida y sostenible. ¡Es que no hay otra forma!
Ahora Imagina lo siguiente: Supón que te asocias con tu mejor amigo o amiga para abrir una barbería o un Spa de uñas, que son negocios que están en furor por estos tiempos.
Para ello, lo primero que debes hacer es un plan de negocios, que es básicamente la hoja de ruta o el mapa que les ayudará en la práctica a cumplir con los objetivos que desde un comienzo se trazaron, en materia de ingresos, ventas, clientes, marketing, apertura de nuevos puntos, entre otros.
Luego de hacer este plan de negocios, tú y tu socio deben formalizar esa idea de negocio ante la ley, constituyendo la sociedad legalmente, que en otras palabras es la creación de una persona jurídica, con derechos y obligaciones.
Luego de constituirla, tú y tu socio se comprometen a aportar trabajo y por supuesto capital, con el fin de alquilar un local, comprar los equipos, los muebles y todo lo necesario para abrir el negocio, uniendo sus esfuerzos de común acuerdo para que al negocio le vaya bien.
Y para ello deben abrir una cuenta bancaria para la barbería o el Spa, donde se depositarán los aportes de capital tuyos y de tu socio y de donde se sacará para todos los gastos del negocio incluyendo los salarios de cada uno y por supuesto será el lugar donde se depositarán los recursos provenientes de la actividad de la empresa y de la cual también se repartirán las utilidades del negocio a final de año. En otras palabras, todo el dinero del negocio se manejará con una sola cuenta.
Bueno y ¿qué tiene que ver todo esto con el egoismo financiero en pareja?
Bueno, pues hasta aquí hemos visto que no es lo mismo manejar las finanzas de solteros que estando casados y que como tal, las finanzas en pareja las debes manejar como una empresa, porque cuando constituyes un hogar, debes hacer lo mismo que en el ejemplo de la barbería o el Spa de uñas, es decir, juntar trabajo y recursos financieros administrándolos de manera unificada para que a esa maravillosa empresa llamada hogar también le vaya bien.
Y regresando al caso de la barbería cuando te asocias, no le dices a tu socio, “ahh pues mira, estas sillas y estos espejos son mios, así es que solo los clientes que atienda yo, se pueden sentar aquí”, o tampoco le puedes decir: “Quiero que el dinero que paguen los clientes que yo atienda me los deposites en mi cuenta, no en la del negocio, pues este dinero es sólo mío” ni mucho menos puedes decirle “Paga con tu dinero los proveedores, que yo me encargo de pagar los servicios públicos con el mío”
Pues bien: las finanzas del hogar tampoco deben administrarse por separado, administrando cada uno su dinero, teniendo metas financieras independientes, siendo egoístas o tacaños con el otro o guardando secretos financieros, pues si finalmente te asociaste con tu esposa para hacer una familia y compartir el resto de tu vida, no tiene sentido que se guarden cosas, entreguen todo lo que tienen emocional, espiritual y materialmente.
Si quieres un hogar que prospere, olvídate del “Esto es mío y reemplázalo con el “Esto es nuestro” y tu hogar prosperará como nunca antes y juntos, lograrán más de lo que cada uno hubiese logrado por separado. Créeme.
Algo que les puede ayudar a cambiar esa mentalidad financiera individualista es preguntarse porque piensan así, ¿De pronto fue porque de chicos vivieron escasez y les toco construir lo que tienen con mucho esfuerzo e inconscientemente temen que el otro termine dilapidando sus recursos? O ¿será que temen perder su autonomía financiera al compartirlo todo y unificar sus finanzas?
Es muy importante que se examinen en este sentido, pues pueden haber creencias equivocadas en su mente que los han llevado a seguir pensando individual y no colectivamente.
Y esto nos lleva al siguiente paso y es que si tienen esta clase de temores o creencias equivocadas entorno a unificar sus ingresos y todo lo que tienen, lo siguiente que deben hacer es sentarse juntos y hacer dos cosas: de una parte, fijarse objetivos financieros y de otra atención: hacer un presupuesto.
En primer lugar fijarse objetivos financieros de pareja es muy importante para dejar el egoismo financiero en pareja, porque cada uno puede expresar lo que teme y también lo que desea y se pueden llegar a acuerdos en la forma en la que van administrar el dinero y los bienes que se tienen, con el fin de cumplir los objetivos acordados.
Te doy un ejemplo: Supongamos que uno quiere hacer una especialización que puede significar un incremento de sueldo pero no tiene el dinero suficiente para hacerla y el otro quiere remodelar el apartamento.
Entonces de común acuerdo podrían establecer cuál de las dos es la meta financiera más importante y encauzar los ingresos y los bienes de los dos para conseguir esa primera meta; Así, si por ejemplo, deciden alcanzar primero la meta de la especialización porque a la larga va a representar mayores ingresos para la pareja con los cuales podría financiarse más adelante la meta de la remodelación, el miembro de la pareja que quiere remodelar podría ayudarle con sus ingresos o ahorros al miembro que quiere estudiar y terminar así cumpliendo los dos objetivos, que de forma individual no hubiesen podido conseguir facilmente. ¿ves?
Y lo mismo pasa con otros objetivos financieros, como comprar vivienda, financiar la universidad de los hijos, viajar u otros objetivos. Fijarse objetivos de pareja es útil para ayudarse y unir los esfuerzos de los dos para la consecución de metas grandes.
Y una vez hayan acordado esas metas financieras, en segundo lugar, hagan un presupuesto cada mes, imprímanlo, y así suene exagerado, fírmenlo en caso de ser necesario y sométanse a él, gastando conforme haya quedado escrito en éste y en línea con los objetivos que hayan acordado alcanzar.
Y en tercer y último lugar, aunque suene obvio, cumplan con lo acordado para dejar el egoismo financiero en pareja, porque el no cumplir es lo que genera rupturas en la confianza, que llevan a la división y a que cada uno maneje el dinero por separado nuevamente. Y le hablo aquí especialmente a los miembros de la pareja que son gastalones. De su comportamiento depende la armonía financiera en la relación, acabando con las desconfianzas, el egoísmo y los temores que se tienen acerca del otro, permitiéndoles trabajar juntos y unificar sus finanzas personales.
Para concluir.
Regresando a esta maravillosa Bachata de Juan Luis Guerra, podemos concluir que el nivel más alto desde el punto de vista financiero en una pareja se alcanza cuando existe tal grado de acuerdo, confianza, desprendimiento y generosidad con el otro que nos lleva a decirle a nuestra esposa “todo lo que tengo es tuyo”, porque al final y al cabo, si decidimos compartir el resto de nuestra vida con el otro, no tiene sentido entregarnos en forma parcial o por pedacitos, no, si hemos creído en la magnífica aventura de formar un hogar, echemos toda la carne al asador sin reservarnos nada.
¡Así es que dejemos lo bobada y entreguémoslo todo, unificando nuestros ingresos y bienes, acordando metas financieras comunes, haciendo un presupuesto y sobre todo, cumpliendo nuestros compromisos, para finalmente disfrutarnos el uno al otro, pues para eso fue que decidimos vivir el resto de la vida juntos! ¿no? Si quieres escuchar el episodio podcast de este artículo da clic en el siguiente link:
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