¿Que hacer si mi pareja es tacaña o gastalona? ¡Aprende tips prácticos para poner en práctica, aquí en Consejo Financiero!
Una de las razones de mayor conflicto en la pareja son los asuntos relacionados con el dinero, ya sea porque cada uno quiere manejar el dinero por separado, por desorden o irresponsabilidad en el uso de los recursos del hogar, por usar el dinero como medio de manipulación o porque uno es ahí medio tacañín y el otro es gastalón.
Y de esta última situación es que quisiera tratar en este post, para saber cómo podríamos resolver esta incómoda situación, porque no hay nada más amargo que pelear con la persona que amas y más por dinero. ¿empezamos?
Hacer un análisis de mi mismo
Bien. Lo primero que considero deberíamos hacer tu y yo antes de pensar en los defectos de nuestra pareja, es analizarnos a nosotros mismos, es decir, establecer si de pronto somos tacaños o gastalones, para determinar con que lentes es que estamos viendo a nuestra pareja.
La escritura nos invita a mirar primero nuestra propia condición antes de evaluar la condición ajena, cuando dice
“ ¿Y por qué te preocupas por la astilla en el ojo de tu amigo (pareja) cuando tú tienes un tronco en el tuyo? (…) primero quita el tronco de tu ojo; y después verás lo suficientemente bien para ocuparte de la astilla en el ojo de tu amigo”.
Y eso si que es verdad. Cuando no nos hemos examinado antes, tendemos a ver a nuestra pareja desde una perspectiva subjetiva, comillas “gafas” que están sesgadas a nuestros propios prejuicios, de tal manera que si somos unos tacaños empedernidos vamos a ver que todo lo que nuestra pareja hace es desperdiciar el dinero, o si somos un gastalones crónicos pues vamos a ver en nuestro conyugue como el ser más ávaro y cansón del mundo.
Por esto es que a mi juicio lo primero que creo debemos hacer es evaluarnos, para quitarnos esas gafas de subjetividad y encontrar la realidad de las cosas.
¿Ahora, como podemos evaluar si somos tacañones o gastalones? A continuación un pequeño test para cada uno, que te invito a contestar con sinceridad:
Empecemos con el test para saber si eres gastalón, o gastalona. Súmate un punto por cada respuesta positiva:
- ¿Tomas decisiones financieras sin pensar y sin consultar a tu pareja?
- ¿Te antojas con frecuencia de comprar cosas nuevas?
- ¿Encuentras en las compras un aliciente cuando te sientes triste, tienes problemas o estás estresado?
- ¿Tienes en tu casa un montón de ropa y objetos que ya ni usas?
- ¿Tienes frecuentes problemas financieros por las decisiones de consumo que tomas?
- ¿Te has gastado alguna vez el dinero que tenías guardado para un gasto importante del hogar por satisfacer un antojito?
- ¿Encuentras en la ropa que vistes o las cosas materiales que tienes identidad?
- ¿A veces pierdes el sueño por pensar en ese suéter o esos zapatos que viste la semana pasada?
- ¿Encuentras en tu tarjeta de crédito tu mayor aliada para hacer las cosas?
Bien. Ahora el test para saber si eres un o una tacañin:
- ¿Cuándo vas a comprar algo, haces 10,000 cotizaciones, escatimas y con frecuencia no terminas comprando nada?
- ¿Conservas un montón de cosas viejas en casa refaccionadas una y otra vez?
- ¿Te has encontrado poniéndote ropa vieja que incluso ya está rota o descolorida?
- ¿Vives muy por debajo de tus posibilidades y en cambio tienes un montón de dinero ahorrado sin usar?
- ¿Sientes temor por el futuro y encuentras seguridad en acumular y acumular dinero?
- ¿Te cuesta un montón ser generoso con los demás?
- ¿Prefieres hacer tu mismo el aseo de tu casa, cortarte el pelo, arreglar tu mismo el problema eléctrico de tu carro o sea lo que sea, para evitar pagarle a alguien más para que lo haga por ti?
- ¿Te parece que todos los bienes y servicios que consumes son caros y que muchos de ellos son un robo?
Bueno, pues aunque algunas de estas preguntas te parezcan caricaturescas, son cosas que realmente pasan, y nos sirven para saber en que lado estamos y sobre todo evaluar porque somos como somos y poder cambiar así, nuestra forma de pensar y actuar. Te invito a tomarte un tiempo haciendo este análisis, antes de seguir con el siguiente paso.
Sentarse hablar del problema
Muy bien. Una vez hemos hecho el ejercicio de examinarnos a nosotros mismos viendo el tronco que teníamos en nuestro ojo, podremos evaluar “la astilla” que tiene nuestra pareja en materia financiera y quizás encontraremos que no estábamos siendo tan objetivos con ella, debido a nuestros prejuicios tacañísticos o gastalones.
Pero si aún así encontramos que efectivamente nuestra pareja es tacaña o gastalona, lo siguiente que deberíamos hacer es sentarnos a hablar con nuestra pareja del tema. Al toro por los cuernos.
Y hablar con nuestra pareja puede suponer todo un reto marital, porque con frecuencia lo que menos hacemos las parejas es hablar de los ayayais que tenemos. Increíble, ¿no?
Te cuento que cuando estaba de novio con mi esposa, había una pregunta que no desaprovechaba hacerle a todas las parejas que llevaban muchos años casados, y era la siguiente: ¿Cuál ha sido el secreto para que ustedes hayan logrado construir un buen matrimonio durante todos estos años?
Bueno, pues no recuerdo a cuantas parejas se lo pregunte, pero casi que al unísono todas me decían “El dialogo Fernando, El dialogo”
Y es cierto. La solución para una buena parte de los retos que vivimos las parejas día tras día, es la comunicación. Con Adri tenemos un principio y es no dejar pasar las cosas que nos incomodan, sino que debemos sentamos cuanto antes para solucionarlas. Te confieso que en esto mi esposa es mucho más hábil que yo emocionalmente hablando y es la que la mayoría de las veces me invita a hablar, porque a veces yo tiendo a evitar el conflicto.
Y particularmente creo que los hombres tenemos un problema con el conflicto. Tendemos a evitar, a procastinar, a dejar que las cosas supuestamente se arreglen solas, pero claramente las soluciones profundas se obtienen como producto de conversaciones profundas y en esto las mujeres si que nos dan cátedra.
Bueno, pues para solucionar los problemas de dinero en la pareja necesitamos hablar, la única forma hasta ahora conocida para solucionar conflictos.
Hay un principio que me encanta de Stephen Covey y es el famoso “Comprender antes de ser comprendido” un poderoso principio que nos enseña primero a escuchar y a comprender genuinamente antes de exponer nuestras razones y argumentos. Creo que de aplicarlo, nos va a ayudar un montón en ese dialogo de valor con nuestra pareja.
Entonces si tu pareja es tacaña o gastalona, busca ese espacio con el fin de plantear el problema de tacañez o gastalonez de él o de ella, no sin antes esforzarte, de verdad, en comprender el porque de su actuar para ahí si pasar a contarle a ella tus preocupaciones o dolores sin atacarla, buscando no sólo un dialogo amigable, sino llegar siempre a un acuerdo gana – gana, para que la sentada no se quede sólo en palabras.
Piensa en esto: ¿Cuántos problemas y aún, cuantos divorcios se podrían evitar si le diéramos prioridad a hablar de nuestros problemas como pareja no sólo en materia financiera sino en todas las áreas de nuestra relación?
Hacer un presupuesto
¡Regresamos a Consejo Financiero! Una vez nos hemos examinado a nosotros mismos y nos hemos sentado a dialogar con nuestra pareja para buscar una solución, creo que el sello de este acuerdo financiero para dejar la tacañería o el derroche en nuestras finanzas en pareja es hacer un presupuesto juntos, donde acordaremos y nos someteremos por escrito en cómo vamos a gastar en adelante el dinero de nuestro hogar.
Hacer un presupuesto es un ventajonón porque en caso que haya un nuevo motivo de conflicto, ya sea por los zapatos en promoción que vió el gastalón o la negación del tacaño a cambiar ese horrible y manchado juego de sala, el presupuesto es el que dirá que si y que no, recordando lo que cada miembro de la pareja acordó.
Y si aún, sigue habiendo inconformidad por lo que quedó establecido en en ese primer presupuesto, sin problema, la solución es sentarse nuevamente a hacer el presupuesto e irlo ajustándolo cada mes, hasta encontrar el equilibrio y la armonía en la pareja, por lo menos en materia financiera.
No sobra recordar lo siguiente: Si vamos a invertir emociones y tiempo en hacer el presupuesto, pues debemos respetarlo a rajatabla y no hacer concesiones o peor aún, hacer cosas no acordadas a escondidas del otro. Recuerda, la base de toda relación está en la confianza y la confianza depende de nuestra integridad.
Brindar apoyo a la pareja
Muy bien. Una vez hemos hecho nuestro autoanálisis, nos hemos sentado con nuestra pareja con el fin de establecer acuerdos y hacer el presupuesto juntos, el último tip que me parece importante es apoyarnos mutuamente y de ser necesario, buscar ayuda profesional.
Considero que el derroche o la tacañería son patologías psicológicas, como la bulimía o la depresión y como lo veíamos en el episodio 170 donde hablamos con la psicóloga Diana Monsalve, requieren de la ayuda del cónyuge o en casos extremos de un profesional en la materia.
Mira, ni tu ni tu pareja van a dejar de ser tacaños o gastalones de la noche a la mañana, lo cual va a tomar meses y quizás años y el primero que puede ayudarle a tu pareja eres tu mismo y viceversa.
De tal modo que si tu pareja tacaña se amarga por tener que sacar supuestamente “todo ese mundo de plata” para cambiar la nevera del siglo pasado que suena como camión viejo subiendo una montaña y que toca rasparle el hielo todas las semanas, hazle ver por ejemplo que si compran una nevera nueva no se despertará nunca más a media noche sobresaltado con el sonido del viejo motor de la misma o del tiempo de aseo que se van ahorrar al tener una nevera que no genera escarcha.
O por el contrario, si tu pareja gastalona y siente literal el conocido síndrome de abstinencia entendido como esa ansiedad que despierta el no entrar a amazon a buscar ofertas o no ir al centro comercial supuestamente sólo a caminar, dile cuanto van a disfrutar por las próximas vacaciones que van a pagar por primera vez de contado o el alivio que van a sentir al no tener reventadas las tarjetas de crédito. ¿Ves como pueden ayudarse el uno al otro?
O si los dos necesitan ayuda, entonces busquen la ayuda de un buen consejero profesional, ya sea un asesor financiero o un psicólogo, o incluso, la ayuda espiritual de un buen líder o pastor, pues a veces lo que realmente necesitamos es una buena consejería espiritual, que desatasque nuestros conflictos de pareja.
Para concluir…
Bueno, pues estos fueron los cuatro consejos que a mi juicio nos pueden ayudar si nosotros o nuestra pareja es tacaña o gastalona.
En lo personal, creo que el estado ideal de cualquier persona es la vida conyugal, donde tenemos si o si que trabajar en equipo y ponerle mucho amor para construir un hogar en el que a nosotros y a nuestros hijos les guste estar.
Te cuento que durante 21 días estuvimos haciendo un ejercicio convocado por nuestra iglesia a todas las parejas miembros de la misma donde cada día teníamos el reto de en pareja, leer un fragmento de la escritura y analizar juntos como aplicar esa enseñanza para nuestro matrimonio.
El resultado de esos 21 días fue espectacular, pues Adri y yo tuvimos la oportunidad de retomar temas pendientes que no estaban cerrados y abordar algunos otros temas que nunca se nos hubiera ocurrido pensar.
Y una de las cosas mas valiosas que encontramos es que a través de los años que llevamos juntos sumado a esos valiosos 21 días, es lo mucho que hemos podido crecer juntos, mucho más que lo que habríamos logrado crecer estando solos.
Y te lo digo porque creo que esto se aplica a todos los retos que se nos presente en nuestra vida de pareja, ayudándonos a superar no sólo nuestros problemas con la tacañería o la irresponsabilidad financiera, sino en todas las áreas que componen la vida conyugal.
Te dejo con esta frase de la escritura que habla precisamente del beneficio del apoyo mutuo en pareja, para sortear todas las dificultades que nos pueda presentar la vida. Y dice:
“Uno sólo puede ser vencido, pero si son dos, se ponen espalda con espalda y logran vencer. La cuerda de tres hilos no se rompe fácilmente”
¡Trabaja en equipo con tu pareja en todas las cosas y ojo: entre los dos lograrán mucho más que haciendo esfuerzos individuales!
Deja un comentario