¿Has jugado Monopoly? Conoce las 8 lecciones financieras de este intersantísimo juego de mesa, ¡aquí en Consejo Financiero!
Cuando tenía unos 12 años, recuerdo que llego a nuestras manos un juego de mesa que convulsionó la vida rutinaria de los niños de la calle donde vivíamos y se llamaba “Hágase Rico” un juego donde se manejaba dinero de mentiras y con el podíamos comprar y vender propiedades y además poder cobrar alquiler por ellas, cuando un jugador caía en alguna que habíamos comprado.
Era muy gracioso porque recuerdo que la primera calle del tablero de este juego estaba compuesta por propiedades en ruinas o bastante modestas que a nadie le interesaba comprar, porque además de feas y aunque eran muy baratas de adquirir, los alquileres que se podían cobrar eran como decimos en Colombia “Chichiguas” y finalmente nadie terminaba comprándolas.
Recuerdo asimismo las risas y la emoción que nos daba ser “propietarios” de varios inmuebles y cobrar un alquiler o cuando ocurría la quiebra de alguno de mis amiguitos.
Si hubo algo que nos apasionó y reunió por semanas fue ese gastado “Hágase rico”, que nos llevó a trasnochar varias veces debido a su larga duración.
¡Con los años me enteré que este juego era una versión Colombiana del famoso juego de Monopoly o monopolio, un juego que a la fecha de esta publicación cumple ya 84 años!
Bueno, pues hoy he traído este tema poco usual a Consejo Financiero porque además de ser un juego sumamente divertido, tiene una serie de enseñanzas muy valiosas para nuestras finanzas personales que veremos en este episodio. ¿Me acompañas?
En que consiste
Ok. Monopoly o Monopolio es un juego de mesa basado en la compraventa y el intercambio de bienes raíces usualmente llamados con los nombres de las calles o avenidas de una determinada ciudad o país.
El objeto de este juego es construir un monopolio de oferta, es decir, adquirir la totalidad de las propiedades del tablero de juego y vencer así a los demás participantes.
Pero antes de profundizar en lo que es el juego como tal, conozcamos su historia.
Historia del juego
Bien. Los orígenes de este juego son bastante curiosos e interesantes, pues resulta que en 1904, Elizabeth Magie, una activista política de izquierda y feminista norteamericana, diseño un juego llamado “The landslord´s game, que significa “El juego del propietario”, cuyo propósito era ir en contra de las leyes del capitalismo y por supuesto de la política económica de entonces, pues su padre el político antimonopolista George Magie, en la década de 1870 había tenido la oportunidad de recorrer los Estados Unidos y había podido ver el contraste entre la persistente pobreza en medio de la creciente riqueza, debido a la desigual propiedad de la tierra.
A diferencia del juego que conocemos hoy, el juego del propietario diseñado por Elizabeth estaba regido por algo que se llamaba las reglas de “Prosperidad”, donde cada jugador ganaba cada vez que alguien adquiría una nueva propiedad y el juego era ganado por todos cuando el jugador que había empezado con menos dinero lo duplicaba.
Pues rápidamente este juego se hizo muy popular entre los círculos intelectuales de izquierda, como también en diferentes universidades como Harvard y Columbia así como también entre comunidades religiosas de corte protestante llamados cuáqueros, quienes modificaron las reglas y le pusieron a las propiedades del tablero nombres de algunas calles de Atlantic City.
El caso es que en 1935, durante la época de la gran depresión, Charles Darrow, un jugador habitual de esta nueva versión y vendedor de calefactores domésticos por supuesto desempleado debido a la difícil situación económica de entonces, se le ocurrió patentar este juego con el nombre de Monopoly y vendérselo a la compañía de juguetes Parker Brothers.
Pues resulta que dicha compañía rechazó su oferta, pues le parecía que éste era un juego con reglas muy complicadas y su duración muy larga. Pues ni corto ni perezoso Charles decidió fabricar el juego a mano y tuvo rápidamente éxito comercial, que llevo a finalmente a Parker Brothers a reconsiderar la oferta y adquirir los derechos de fabricación, convirtiendo a Charles en un hombre rico. Más adelante, en 1991, Parker Brothers sería adquirida por la multinacional Hasbro, quien actualmente distribuye el juego.
Desde que Charles Darrow vendió la patente en 1935 hasta hoy, Monopoly se ha convertido en uno de los juegos de mesa más vendidos de la historia, sino el más vendido. Según la revista Forbes, se estima se han vendido más de 275 millones de unidades, distribuidas en 43 idiomas y de acuerdo al libro Guiness de los records, ha sido jugado por más de 500 millones de personas en todo el mundo.
Ediciones
Este juego ha sido tan exitoso a lo largo de la historia que se han creado múltiples ediciones de Monopoly.
Por ejemplo, se pueden encontrar ediciones como el Monopoly Standard o el Monoply Deluxe, pero también se han creado ediciones especiales para promover películas, como Starwars o Shrek2, o series de televisión como los Simpsons o personales de Disney.
Y como si esto fuera poco, existen ediciones especiales como el Monopoly Imperio donde los jugadores pueden adquirir grandes marcas multinacionales como Coca Cola, Samsung o MacDonals, o el Monopoly City, una interesante versión donde los jugadores podrán levantar una ciudad eliminando la necesidad de conseguir un grupo de propiedades completo para poder construir edificios en sus propiedades. Y como en la vida real, el valor de las propiedades y los ingresos de cada jugador por concepto de alquileres pueden subir o bajar al cambiar el paisaje de la ciudad. En esta versión, los jugadores pueden construir edificios que aumenten el valor de sus propiedades, como escuelas o parques eólicos amigables con el medio ambiente, o pueden sabotear a los demás jugadores construyendo propiedades poco atractivas en el negocio inmobiliario, como prisiones o plantas de tratamiento de aguas negras.
De igual manera, existen una versión del juego de Monopoly para diferentes ciudades del mundo como Barcelona, Londres, Tokio, Jerusalén, o Roma.
Reglas del juego
Bien después de ver un poco de la historia de este juego, veamos ahora si las reglas.
Primero que todo, Monopoly se juega en un tablero cuadrado, donde en cada uno de sus lados puedes encontrar las 22 famosas avenidas o calles que se pueden comprar, encontrándose las avenidas más baratas en el lado de salida, seguidas por las avenidas que van aumentando de precio en el segundo, tercer y cuarto lado del tablero, donde están las avenidas o propiedades más caras. A su vez, dichas propiedades vienen agrupadas por colores.
Adicional a las 22 avenidas, existen otras propiedades para comprar, como un ferrocarril en cada lado del tablero y 2 compañías de servicios públicos.
Y como en la vida real, hay otras casillas muy importantes. Están las casillas de arca comunal y casualidad, dos opciones donde al caer en ellas debes tomar una tarjeta del mazo correspondiente a cada opción. Aquí pueden salir cosas positivas como cobrar dinero a otros jugadores, ser el ganador de un concurso de belleza y recibir dinero por ello o desplazarse a otra casilla o no tan buenas como tener que pagar una cuenta de hospital, pagar una multa o irse a la cárcel.
Adicionalmente hay dos casillas de pago de impuestos, donde debes pagar el impuesto estipulado al caer en dicha casilla.
Finalmente en las esquinas están las casillas de salida, cárcel y parqueo gratis.
Ok. El juego está diseñado para que jueguen desde 2 hasta 8 participantes, pero es más entretenido si lo juegan entre 3 a 5 personas, entre los cuales debe elegirse un banquero, quien debe manejar el banco, poseedor de todo el dinero y de las propiedades del juego y dicho jugador debe comprometerse en no mezclar sus recursos con los recursos del banco.
Antes de empezar, el banquero debe repartir dinero a cada uno de los jugadores, por un valor de $1,500, en billetes de diferentes denominaciones.
Para empezar, todos los participantes toman los dados y el que al arrojarlos obtenga el número mayor, comienza de primeras y le siguen en turno los demás participantes según estén ubicados alrededor del tablero de juego y en el sentido de las manecillas del reloj;
Luego y basados en la puntuación obtenida tras arrojar los dados, cada jugador puede comprar las avenidas, los ferrocarriles o empresas de servicios públicos en las que vayan cayendo o en caso de no comprarlas, permitir que el banco las subaste entre todos los participantes.
La ventaja de comprar propiedades está en que si alguien cae en tus propiedades, puedes cobrar un alquiler, valor que depende del lado o el sector donde esté ubicada dicha propiedad, o por el contrario, si caes en propiedades que ya tienen un dueño, deberás pagar un alquiler a su propietario.
Ok. Al arrojarse los dados, también puede suceder que un jugador caiga en las casillas de arca comunal, casualidad, impuestos o la casilla de ir a la cárcel, como te lo explicaba con consecuencias positivas o negativas.
¿Recuerdas que te dije que las propiedades representadas en avenidas se agrupaban por colores?, bueno pues el juego se pone aún más interesante cuando adquieres todas las propiedades de un mismo color, dado que puedes cobrar el doble de alquiler en ellas y además hacer mejoras, como construir casas u hoteles que incrementarían aún más el valor de los alquileres, empezando a construir así un monopolio.
De igual manera, si se poseen los cuatro ferrocarriles, o las dos compañías de servicios públicos, no se pueden construir casas, pero puedes cobrar más alquiler en dichas propiedades.
Para adquirir dichas propiedades, un jugador no necesariamente debe caer en ellas, sino que podrá ofertar por ellas en las subastas o negociarlas libremente con otros participantes del juego. Si por ejemplo, un jugador al que llamaremos Manuel le falta una propiedad para completar las de color amarillo y otra participante a quien llamaremos Lucía tiene precisamente esa propiedad y a ella le falta digamos un ferrocarril para completar los cuatro u otra propiedad para completar las avenidas del color azul, Manuel y Lucía pueden intercambiar dichas propiedades según les convenga.
Para garantizar que los jugadores no se queden sin liquidez, cada vez que pasen por la casilla de salida, el banco les hará un reembolso de $200.
De otra parte, se puede ir a la cárcel de varias formas: la primera es cayendo en la casilla de ir a la cárcel, la segunda si se te ordena ir a la cárcel en las tarjetas de arca comunal o casualidad o si arrojando los dados se obtiene tres veces consecutivas números dobles o lo que llamamos presadas, como por ejemplo 2 unos o 2 cincos.
Para salir de la cárcel se debe sacar números dobles, tener una tarjeta para salir de la cárcel que salen en las tarjetas de arca comunal o casualidad o pagar $50 de fianza al banco.
Cuando un jugador tiene problemas de liquidez y por ejemplo, cae en una propiedad donde debe pagar un alquiler mayor al efectivo que posee, puede hipotecar tantas propiedades como le sea necesario al banco, teniendo que vender a éste todas las mejoras que hizo en ellas como casas y hoteles pero a mitad de precio, para recibir el préstamo por el valor de la hipoteca y además tener que pagar un 10%, de interés por la misma y así poder pagar su obligación con el otro jugador.
Durante este tiempo, dicho jugador no podrá cobrar alquileres sobre las propiedades hipotecadas.
Como imaginarás, el juego termina cuando poco a poco, cada uno de los participantes va quedando en bancarrota, cuando el valor de sus activos representado en efectivo y bienes inmuebles no alcanza para pagar todas sus deudas.
Entonces, el ganador del juego será aquel que por la cantidad de propiedades que tenga, el desarrollo construido en las mismas y el valor de los alquileres recibidos, sobreviva y quiebre a los demás.
Trucos para ganar el juego.
Bien. Los expertos en este juego recomiendan una serie de estrategías para ganar Monopoly. He aquí algunas de ellas:
- La primera estrategia es comprar todas las propiedades que se puedan, con preferencia de las más baratas, con el fin de poseer lo antes posible inmuebles del mismo color, ya sea cayendo en la propiedad, comprándolas en las subastas o canjeando propiedades con otros jugadores, pero siempre guardando una cantidad fija de dinero, para no quedarse sin liquidez.
- Una vez se ha adquirido propiedades del mismo color, la segunda estrategia consiste en invertir en dichas propiedades, construyendo la mayor cantidad de casas y edificios posibles, para poder recibir altos alquileres cuando otro jugador caiga en estas.
- La tercera estrategia es repetir este proceso una y otra vez, recibiendo no sólo efectivo sino propiedades en parte de pago y de esta forma adueñarte de todo el juego.
- La cuarta estrategia consiste en jugar siempre de manera conservadora, sin hacer operaciones riesgosas, manteniendo buenos siempre buenos márgenes de liquidez, que te evite tener que hipotecar o vender propiedades, en caso de que tengas que pagar un alquiler caro a otro jugador.
- Y la quinta estrategia es esperar a que los demás jugadores vayan quedando en bancarrota, debido a tener que hipotecar sus propiedades por falta de liquidez.
Lecciones financieras
Perfecto. Hasta aquí hemos visto la historia del Monopoly y las reglas básicas del juego, pero entramos a lo más importante: A las lecciones o principios que nos puede dejar este famoso juego de mesa.
Mira, creo que el Monopoly es un juego muy exitoso porque refleja la realidad y posee muchos de los principios que se deben aplicar para tener éxito en las finanzas personales.
De hecho, nuestras finanzas personales son como un juego. Un juego donde hay reglas, principios y límites que debemos tener en cuenta para poder ganarlo.
Bueno, pues el primer principio para ganar en Monopoly es llevar un presupuesto. ¿Por qué? Porque para ganar es necesario establecer por anticipado de los $1,500 que recibimos al comienzo del juego, cuánto dinero vamos a invertir y cuanto vamos a dejar de reserva para futuras contingencias.
Y esto nos lleva al segundo principio: y es a tener precisamente un fondo de emergencia, que nos da la liquidez y nos evita tener que hipotecar nuestras propiedades cuando aparezcan cosas en contra nuestra en las tarjetas o cuando tenemos que pagarle un alquiler a otro jugador. En la práctica y como te lo explicaba en el episodio número 5 de este podcast, tener un fondo de emergencia nos evita tener que endeudarnos o tener que salir a vender parte de nuestros activos para responder ante una emergencia médica, una demanda o un daño a nuestra casa o negocio. Todo que ver con la realidad.
Bien. No basta en Monopoly con tener una gran liquidez y dar vueltas y vueltas al tablero si no haces nada con ese dinero. El tercer principio que nos enseña este juego es pasar rápidamente del ahorro a la inversión, pues cuando compras avenidas, ferrocarriles o empresas de servicios públicos estás invirtiendo en activos que te van a generar más dinero, a través de los alquileres. Esto se da en la realidad cuando compras no sólo inmuebles, sino que inviertes en el mercado de valores, tu negocio propio o tu plan de jubilación.
El cuarto principio que podemos extractar en Monopoly es que debemos comprar las propiedades que estén dentro de nuestras posibilidades, en especial las de menor costo pero con potencial de valorización.
Recuerda que los expertos en el juego prefieren comprar propiedades baratas para tener un número mayor de éstas, pues no es tan inteligente en el juego comprar pocas propiedades caras y quedarse ilíquido.
En la vida real pasa lo mismo. Es mejor comprar propiedades un poco por debajo de nuestras posibilidades que nos permita comprar una y otra más en el futuro.
El quinto principio que aprendemos en Monopoly es la reinversión en los activos que ya se tienen, cuando se construyen casas y hoteles que elevan aún más el valor de los alquileres recibidos. En la práctica es cuando reinviertes tus recursos mejorando esos bienes raíces que ya compraste a buen precio o le inyectas dinero a tu negocio para hacerlo crecer.
Vale. El sexto principio que podemos aprender en este juego que me parece fantástico es la creación de los conocidos ingresos pasivos, entendidos como aquellos ingresos que recibimos sin tener que estar de cuerpo presente para recibirlos.
Observemos que el ganador de un juego de Monopolio se caracteriza por construir múltiples fuentes de ingresos pasivos a través de los alquileres, que lo hacen tener un tener un flujo de dinero cada vez que un jugador cae en alguna de sus propiedades. Eso es lo que realmente hace que un jugador gane el Monopoly.
Lo mismo pasa en nuestras finanzas personales cuando por ejemplo, compramos varias propiedades y las ponemos a la renta, cuando tenemos un negocio por Internet donde pueden comprar nuestros productos o servicios mientras dormimos o estamos haciendo otra cosa o cuando por ejemplo compramos ciertos tipos de acciones que pagan dividendos con regularidad. Te invito a escuchar el episodio 52 de mi podcast donde te habló precisamente de las 7 fuentes de ingresos pasivos más importantes.
Excelente. El séptimo principio que podemos aprender jugando Monopoly es tristemente aprovechar los errores financieros de los demás, cuando por ejemplo, un jugador ante la imposibilidad de cumplir con sus obligaciones, debe hipotecar o vender sus propiedades para responder por sus deudas.
En el mercado, hay múltiples oportunidades para tomar, como la oferta de bienes inmuebles a buenos precios, debido a la urgencia de sus propietarios por saldar deudas o la venta de negocios interesantes por las mismas razones. ¿Quién va aprovechar estas oportunidades? Quien tenga la liquidez necesaria y quien maneje mejor los principios de las finanzas personales.
Y el octavo principio es que para ganar en este juego, debemos tomar siempre decisiones conservadoras, evitando al máximo recurrir a los costosos préstamos del banco teniendo que vender a la mitad las casas y los hoteles que construimos para hipotecar nuestras propiedades y pagar además un 10% de interés. En síntesis, una descripción completa del horror de endeudarse.
Y esto sí que lo podemos ver en la realidad. Muchas de las quiebras reales se dan porque empezamos un negocio con deuda o porque nos comprometemos en un costoso crédito de libre inversión o una hipoteca que no podemos pagar, porque pensamos que si nos apalancamos en la deuda podremos alcanzar más rápidamente nuestros objetivos financieros.
Pienso que en las finanzas personales a la larga, el que es prudente normalmente logra mejores resultados que el arriesgado. Más vale paso que dure que trote que canse
Para concluir
Bien. Para concluir, quisiera finalizar diciendo, como lo acabamos de ver, que podemos aprender lecciones valiosas de este famoso juego, pues como te lo decía, las finanzas personales también son como un juego, pero que se desarrolla en la vida real.
Y afortunadamente es un escenario donde para ganar no necesitas buscar la quiebra de alguien más. De hecho, ésta es la única crítica que le hago a este juego, porque enseña que alguien debe perder para que tú puedas ganar. No, todo lo contrario: y como lo pensaba la creadora original de este juego Elizabeth Magie, en este mundo todos podemos ganar la carrera de nuestras finanzas personales sin tener que aplastar a nadie más, sólo aplicando los principios adecuados.
¿Quieres interiorizar estos principios? ¿Te gustaría enseñárselos a tus hijos? bueno, ¡pues jugar Monopoly puede ser un buen comienzo y luego por supuesto, ¡poniéndo dichos principios en práctica
!Si quieres escuchar el episodio podcast de este episodio, da clic al siguiente link:
https://soundcloud.com/consejo-financiero/episodio-78-ocho-lecciones-financieras-del-juego-de-monopolio
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