¿Porqué no creo en los sistemas públicos de pensiones? ¡Entérate aquí, en Consejo Financiero!
Una de las principales preocupaciones de los gobiernos de nuestros países es la sostenibilidad de sus sistemas públicos de pensiones, debido al envejecimiento de la población económicamente activa sumado a un alargamiento de las expectativas de vida.
De hecho, según estudios de la Federación Internacional de Administradoras de fondos de Pensiones, en un lapso de 21 años, entre 1995 y junio de 2017, un total de 76 países han tenido que aumentar la tasa de cotización en sus sistemas públicos de pensiones; 54 países debieron aumentar la edad de retiro; y 67 ajustaron la fórmula de cálculo de los beneficios, recortando o congelando el monto de las pensiones de vejez.
Los sistemas de pensiones estatales se caracterizan por funcionar a través del sistema de reparto, un sistema que tiene sus orígenes en Alemania por allá en 1886, cuando el canciller Alemán Otto Von Bismarck ante el avance del comunismo por toda Europa y a que la población pedía reformas socialistas, se dice que Bismark para quitarse el problema de encima y evitar que el comunismo se tomara la nación, preparó el primer programa de seguro social en el que el gobierno nacional contribuiría a las pensiones de los alemanes mayores, creando un fondo único con la finalidad de servir de fuente de ingreso permanente para los enfermos y para las personas mayores que dejaban de trabajar.
Bueno, pues con los años este sistema se extendió por Europa, Los Estados Unidos y finalmente llegó a América Latina en 1924, cuando se estableció en Chile el primer programa de seguridad social que contemplaba pensiones.
¿Bueno y en qué consiste el sistema de reparto?
Bueno, pues el sistema de reparto es un sistema solidario de pensiones, donde los trabajadores activos pagan a través de sus cotizaciones las pensiones de los trabajadores jubilados, con la esperanza de que cuando los primeros envejezcan, serán recompensados del mismo modo; en otras palabras, en un sistema de reparto una generación trabaja para que la anterior reciba una pensión y espera que la siguiente financie sus pensiones cuando ésta también envejezca.
Para que este sistema sea sostenible y un pensionado reciba una cantidad similar a la de su último salario, se hace necesario que hayan más o menos 10 trabajadores activos para financiar la pensión de uno jubilado, o que el crecimiento de la economía genere a su vez mejores salarios y a través de estos se puedan efectuar mejores cotizaciones o que el estado saque dinero de su bolsillo para compensar la diferencia.
El problema es que la demografía en el mundo y en nuestros países ha cambiado dramáticamente, pues claramente las familias hoy tienen muchos menos hijos que antes y el número de personas en edad de jubilación ha aumentado, al punto que ya no existe esta proporción 10 trabajadores activos por 1 jubilado, sino que hoy es de aproximadamente 5 trabajadores por un jubilado o inferior. De hecho, para el año 2040 se espera una relación de 3 trabajadores activos por cada pensionado.
¿Qué significa esto? que a la larga las pensiones ofrecidas por los sistemas estatales van a tender a disminuir dramáticamente, se exigirán mayores contribuciones por parte de la población económicamente activa y seguramente las edades de jubilación seguirán aumentando, Todo esto para evitar desaparecer.
Y estos cambios deben venir tarde o temprano, pues para compensar la insostenibilidad de los sistemas de reparto, muchos de nuestros gobiernos han venido sacando dinero de nuestros bolsillos para pagar las pensiones vía mayores impuestos, en proporciones verdaderamente astronómicas, como lo es el caso de Colombia o Brasíl, donde pagar las pensiones cuesta entre un 6% a un 13% respectivamente del Producto Interno Bruto. ¡Esto es muchísimo dinero! Mira, no hay bolsillo, así sea el del gobierno, que aguante semejante carga.
Y esto nos lleva a concluir que las pensiones estatales a través del sistema de reparto no son sostenibles en el largo plazo, pues fueron diseñadas en un entorno demográfico y laboral muy diferente al que vivimos hoy y viviremos en el futuro y personalmente creo que no habrá gobierno que pueda financiar las pensiones toda la vida.
¿Qué es el sistema de capitalización?
Bien. Debido a la insostenibilidad de las pensiones estatales, en 1980 Chile diseño e implementó el sistema de capitalización individual, que consiste en el ahorro individual de cada trabajador activo, donde mes a mes ahorra obligatoriamente un porcentaje de sus ingresos en una cuenta de ahorro individual, cuyos recursos son invertidos en el mercado de valores y otras inversiones para que generen una rentabilidad.
Bajo este sistema, la pensión final dependerá de cuánto se haya aportado durante la vida laboral y la rentabilidad del fondo. Estos sistemas son administrados por instituciones privadas, llamadas AFP´s. o mas conocidas como administradoras de fondos de pensiones.
De esta manera, cada trabajador puede construir su propia pensión, sin tener que depender del estado y tampoco en convertirse en una pesada carga para este.
Un ejemplo muy similar al modelo de capitalización individual chileno es el que se presenta en los Estados Unidos, donde la responsabilidad de ahorrar para el retiro recae no en el gobierno sino en las personas o la empresas en las que éstas trabajen, a través de instrumentos de inversión como los conocidos 401K que son planes de jubilación donde el trabajador y la empresa ahorran para dicho objetivo con beneficios tributarios o las cuentas IRA o individual retirement account, donde sólo ahorra el trabajador.
En Estados Unidos existe una fuerte cultura de ahorro, donde los jóvenes que empiezan a trabajar saben que deben empezar a ahorrar para su retiro, pues son conscientes que la responsabilidad de la jubilación es suya, no del gobierno.
Cabe aclarar que el gobierno si ofrece una pensión estatal, pero con jubilaciones mínimas muy limitadas, solamente destinada para evitar que los adultos mayores vivan en la miseria.
En otros países como suiza o Nueva Zelanda hay sistemas mixtos, es decir, coexisten los dos sistemas de pensiones, a través de los cuales se puede cotizar.
Pero bueno, dado estos dos escenarios, es decir, el sistema de reparto administrado por el gobierno y el sistema de capitalización individual administrado por los privados ¿qué te recomendaría yo?
Bueno para comenzar, personalmente no creo en el sistema de reparto o pensiones estatales, pues su falta de sostenibilidad financiera en el largo plazo me preocupa mucho. Como te lo explico en el episodio número 15 de mi Podcast, si te faltan pocos años para llegar a la edad de jubilación y esperas tener una buena estabilidad laboral, puedes arriesgarte por la pensión estatal, pero debes estar preparado a que te pueden cambiar las condiciones con el paso de los años.
Si eres una persona joven, definitivamente te recomiendo el sistema de capitalización individual, administrado por las conocidas Administradoras de fondos de pensiones AFP´S, o si vives en los Estados Unidos, toma un buen plan de pensión como los 401K o las cuentas IRA, pues en ambos casos, a la vez que te conviertes en inversionista, tú mismo construyes tu jubilación sin tener que depender de nadie.
Como bien los sabes, prefiero tener el control de mis finanzas y no depender de la economía ni de las decisiones del gobierno.
Pero atención: No basta con que tomes uno de estos planes de jubilación, si no ahorras más de lo que la ley te exige. Si quieres verdaderamente construir una muy buena pensión, como lo veíamos en el episodio 63 de mi podcast, se recomienda aportar al menos un 15% de todos tus ingresos. Este ahorro lo puedes hacer directamente en cada plan de pensiones o a través de diferentes instrumentos de ahorro voluntario que dependiendo de la legislación de tu país, puede otorgarte múltiples beneficios tributarios.
Es increíble, pero si hoy tienes por ejemplo, 35 años, quisieras jubilarte digamos a los 65 y ahorraras tan sólo $325 dólares mensuales, invirtiendo dichos fondos en portafolios de acciones que te renten un 12% anual, ¿acumularías sabes cuánto? ¡un millón de dólares en tu plan de jubilación, que te garantizaría vivir dignamente el resto de tu vida. ¿Qué pasaría si empezaras no a los 35 sino antes? Acumularías una verdadera fortuna. Sinceramente, creo que esto es mejor que cualquier pensión estatal.
Para concluir
Creo más en el sistema de capitalización individual privado que en las pensiones estatales, pues como lo acabamos de ver, el sistema de capitalización individual genera riqueza, mientras el sistema de reparto o sistema público de pensiones no. ¿Cómo es posible esto?
Muy sencillo, porque el dinero que ahorras en un Afore, un fondo privado de pensiones o un 401K se invierte en diferentes sectores de la economía a través del mercado de valores, multiplicando el valor de tus ahorros en el largo plazo ayudándote a construir tu jubilación sin depender de nadie, mientras en que en una pensión estatal no hay inversión, solo la repartición de los aportes de los trabajadores activos y del estado entre un número creciente de jubilados, haciéndote dependiente de un sistema insostenible en el largo plazo.
En el futuro, no quiero ser una carga para mi país, sino por el contrario ser un generador de riqueza, a través de un esfuerzo disciplinado durante mis años de trabajo. ¿Y tú, quien quieres llegar a ser’
Si quieres hacer un comparativo entre un fondo privado y Colpensiones, ve al siguiente simulador:
https://cliente.oldmutual.com.co/wps/portal/clientes/publico/simulador
Y si quieres escuchar el episodio podcast de este post, ve a:
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