¿Porque empezar temprano puede ser la diferencia para tener una vida personal y financiera sin angustias? ¡Aprendámoslo juntos!
Desde que era pequeño hasta mi edad adulta, recuerdo asociar un sin número de emociones con presentar un exámen académico, entre las cuales podría contar el miedo, la ansiedad, la emoción, la inseguridad, el pánico o la euforia, sin contar con las reacciones físicas propias de una situación como esta, como en mi caso son las manos frías, sentir náuseas, la inapetencia o…la soltura.
Bueno, pues para nadie es un secreto que presentar un examen de matemáticas en la primaria o unos preparatorios en la universidad, son cosas que pueden ser igualmente estresantes, pues al fin y al cabo son situaciones en las cuales estamos siendo puestos a prueba y como consecuencia de ello aprobaremos o no.
Te confieso que en la primaria no fui un alumno destacado, más bien un alumno promedio, que pasaba las materias como decimos en Colombia “raspando” en especial las matemáticas que por alguna razón no me esforcé por aprender, teniendo que pasar casi siempre afugias al final del año para apenas aprobar.
En la secundaria el tema la verdad no mejoró mucho, porque sumado a mis deficiencias traídas con la aritmética en la primaria, llegaron para completar el cuadro el álgebra y la trigonometría, que literal me terminaron de hacer la vida a cuadritos, pero la verdad es que tampoco me esforzara mucho por estudiar y mejorar.
El caso es que cada vez que llegaba final de año y con éste la fecha de los exámenes finales, ahí si me entraban mágicamente las ganas de estudiar, pues veía venir pasos de animal grande como consecuencia de toda la pereza que había hecho durante el año, teniendo que estudiar lo que no había estudiado para apenas aprobar la materia.
Bueno, pues como imaginarás, cada examen se empezó a convertir en una tortura, pues debido a mi falta de dedicación, obviamente me invadía un sentimiento de angustia y temor, porque de una parte sabía que mi falta de diligencia durante el año me estaba pasando factura y de otra porque era consciente que si llegaba a perder esa materia o peor aún, el año, sabía que eso me podría acarrear graves consecuencias, pues en mi casa era inaceptable llegar con números rojos, lo cual era motivo como mínimo de un buen par de correazos o que me dejaran de dar estudio.
Bueno, pues de alguna manera vivir con ese estrés cada año me empezó aburrir y en el grado once como que mi mente hizo clic y me pregunte ¿Bueno y porque no empezar juicioso este año y no tener que vivir con la misma angustia de los años anteriores?
Bueno, pues te cuento que ese año empecé a estudiar desde el comienzo y a cubrir todos los vacíos que tenía en aritmética y álgebra por mi mismo, descubriendo que no era para nada bruto en las matemáticas y que las mismas no eran difíciles y que sólo requerían de dedicación y amor.
¿Y que crees? que ese último año llegué a mi examen final de matemáticas por primera vez en la historia tranquilo, embargado por un sentimiento de confianza en lugar de la ya acostumbrada angustia, pues no sólo me sentía bien preparado esta vez, sino que traía un colchón de buenas notas obtenidas durante el año.
Bueno, para no hacerte larga la historia quiero contarte que este logro marcó un hito en mi vida académica y personal muy fuerte, motivándome a ser un buen estudiante en mis estudios universitarios y todos los que haría después, no permitiendo que me volviera a coger la noche nunca más en mis exámenes finales, simplemente estudiando diligentemente desde el primer día, para no llegar con angustias a final del año.
Bueno, pues he traído este tema porque definitivamente el principio de empezar temprano es un principio que se aplica para la vida misma y por supuesto para nuestras finanzas personales, que pueden marcar la diferencia entre angustia o tranquilidad en nuestro futuro.
Y para ello veremos tres dimensiones que impactan directamente nuestras finanzas, en las que “empezar temprano” son vitales para llegar con tranquilidad al examen de la etapa madura de nuestra vida.
Empezar bien temprano – En la salud
Muy bien. La primera dimensión que impacta nuestras finanzas personales y donde conviene empezar temprano es en nuestra salud.
En el episodio 149 de mi podcast titulado “Y si tuvieras una máquina de hacer dinero en casa” sí que hablamos de la importancia de cuidar nuestra salud y de como hacerlo, pero algo de lo que no hablé en ese episodio fué de la importancia de empezar lo más joven que se pueda a cuidarla.
En la vida hay cosas urgentes e importantes. Las cosas urgentes son todos aquellos incendios que se prenden en nuestra vida que demandan una acción inmediata de nuestra parte, como por ejemplo un tubo que se rompió, una crisis matrimonial, o un aviso de embargo del banco.
Las cosas importantes son todas aquellas cosas que no tienen la prisa de las anteriores, pero que de no hacerse en el presente pueden afectar negativamente el futuro.
Una cosa importante puede ser por ejemplo hacerle mantenimiento preventivo a la tubería de nuestra casa, para evitar que se termine rompiendo un tubo, dedicar a diario tiempo de calidad a nuestro conyugue para evitar una crisis matrimonial o simplemente estar al día con nuestras obligaciones financieras para evitar un aviso de embargo del banco.
Bueno, pues cuidar nuestra salud en forma temprana es una de esas cosas importantes de nuestra vida, que pueden hacer totalmente la diferencia en nuestro futuro personal y financiero.
Y un ejemplo de las consecuencias que acarrea no cuidar la salud fue tristemente mi padre.
Imagínate que mi padre fue un hombre muy responsable y trabajador, pero quien debido a su sedentarismo sumado a sus malos hábitos alimenticios y al consumo eventual de alcohol durante años, terminaron generándole una enfermedad coronaria muy delicada, que lo llevarían tiempo después a fallecer bastante joven.
Recuerdo ver a mi padre sus últimos años con una alimentación súper estricta y con una serie de medicamentos y restricciones que no eran tan chéveres, pues su salud le estaba pasando una costosa factura por no haber cuidado su salud desde temprana edad, factura que terminamos de pagar nosotros con su fallecimiento, no sólo por el dolor de su pérdida sino por el impacto financiero que tuvimos que asumir al ser el único proveedor del hogar.
En contraposición está el ejemplo de mi madre, quien al ver lo que le pasó a mi padre decidió empezar hacer ejercicio y tan solo unos meses después ya se había inscrito en el gimnasio, disciplina que ha mantenido hasta hoy 33 años después, imagínate.
¿Conclusión? que hoy mi madre es una fuerte mujer de 66 años, con extraordinaria salud y apariencia, gracias a que empezó hacer su tarea desde temprano, pues así como cuando no cuidamos nuestra salud la misma nos cobra factura, cuando la cuidamos el cuerpo nos lo agradece dándonos calidad de vida en nuestra etapa madura.
Así es que la invitación es a que cuides ese maravilloso recurso que es tu salud desde ahora, haciendo ejercicio, comiendo saludablemente y descansando bien, para que cuando llegues a los exámenes finales de la edad madura tengas un buen colchón físico, que te garantice productividad, tranquilidad y calidad de vida.
Empezar temprano – en la vida académica
Muy bien. la segunda dimensión que impacta nuestras finanzas personales y donde conviene empezar temprano es precisamente en nuestra formación académica.
Estamos en un mundo cada vez más cambiante que demanda de más y mejores conocimientos, que redundará en mejores oportunidades, por ende en mejores ingresos y un mejor futuro financiero.
Si eres un joven que estás en tus veintes, tu prioridad en este momento es enfocar todos tus esfuerzos en empezar la universidad y/o aprender una nueva lengua;
Si estás en tus treintas tu prioridad debería ser haber completado una o dos especializaciones y haber aprendido una segunda lengua.
O si estás en tus cuarentas o más, nuestra prioridad es tener estudios de maestría o más, si queremos ser competitivos en el mundo laboral o empresarial
¿Y porque la preparación académica es tan importante? Bueno, pues porque el conocimiento es poder, un poder que se potencializa exponencialmente conforme se adquiere más temprano. ¿Por qué?
Porque no es lo mismo que una persona sea bilingüe a los veintes que a los treintas o los cuarentas, porque al de 20 le quedan por delante al menos 40 años de vida profesional, mientras que al de 30 o al de 40 les queda menos tiempo para explotar ese conocimiento y convertirlo en riqueza financiera.
Mira, el tiempo pasa volando y aunque me siento feliz con lo que hasta ahora he logrado, te confieso que mi vida hubiera sido mucho más fácil si hubiera por ejemplo, aprendido inglés a mis veintes y aún si hubiera aprovechado al máximo la oportunidad que tuve de aprenderlo a mis treintas cuando ya podía pagarme un costoso curso de inglés al que finalmente no le saqué el 100% del jugo, por no dedicarle tiempo suficiente.
Así es que si quieres llegar a tu edad madura con tranquilidad financiera, dale prioridad a tu educación cuánto antes. No te dejes coger la noche de este mundo que cada vez va más rápido.
Empezar desde temprano – en la vida laboral
Ok. La tercera dimensión que impacta nuestras finanzas personales y donde conviene empezar temprano está relacionada con la anterior y es nuestra vida laboral.
Mira, entre más temprano empecemos a trabajar muchísimo mejor. Como ya te lo he mencionado en otros post, trabajar es quizás la experiencia que más nos madura en la vida, pues nos volvemos útiles a la sociedad, nuestro carácter es moldeado y empezamos a generar dinero.
¿Y porque es bueno empezar bien temprano a trabajar? Simplemente porque empezamos a sumar por decirlo de alguna manera “horas de vuelo” que nos ayuda a cotizarnos laboralmente y acumular experiencia que es bien valorada donde quiera que entremos a trabajar o si ofrecemos nuestros servicios como emprendedores.
Sin embargo trabajar persé no es suficiente para garantizar un buen futuro financiero si no lo complementamos con una buena preparación académica, simplemente porque sin educación nunca nos pagarán más por una hora de nuestro tiempo, mientras que si combinas trabajo y preparación académica, tu hora de tiempo se va a valorizar, sea que trabajes en una empresa o que seas un emprendedor. ¿ves?
Así es que si eres un adolescente, trabaja en tus vacaciones, Si estás en tus veintes, arranca a trabajar así sea de mensajero, asistente o recepcionista, mientras simultáneamente empiezas a estudiar. Claro va a ser duro, pero estarás sumando simultáneamente conocimiento y experiencia laboral que te harán cada vez más competente.
Te aseguro que si así lo haces verás un incremento en tus ingresos, más rápido de lo que imaginas.
Empezar temprano – En las finanzas personales
Muy bien y finalmente La cuarta dimensión donde conviene empezar temprano en la vida es en la planificación de nuestro retiro.
Bueno, pues la planificación de nuestro retiro consiste en construir un capital que pueda garantizar un ingreso mensual en nuestra etapa madura con el cual podamos mantener nuestra calidad de vida pero sin tener que trabajar, haciendo juiciosamente aportes mensuales a nuestro fondo de pensiones obligatorias, 401K, afore o cualquier otro instrumento financiero durante nuestra vida laboral, ojo idealmente por encima de lo que la ley nos exija ahorrar.
Y para lograrlo es importante tener un hábito que va a ser fundamental en el éxito de esta o cualquier otra meta financiera y es el poderoso hábito del ahorro.
Si hay algo en que deberíamos arrancar desde bien jóvenes es en construir un capital pensando en el retiro, un ahorro que de hacerse de la manera más temprana posible puede representar una fortuna en el largo plazo.
Hagamos un ejercicio: supongamos que hoy tienes 25 años y te ahorraras digamos unos $50 dólares mensuales, desde ahora hasta tus 60 años. ¿Sabes cuánto tendrías si invirtieras en un fondo que te diera el 10% anual, que no es una tasa nada descabellada en un fondo para el retiro? Bueno, pues acumularías $171,295 dólares, que en moneda de mi país equivaldría a unos $650,921,000 pesos Colombianos.
Y si por ejemplo ya no eres tan joven pero quieres empezar a construir un capital para el retiro a tus cuarenta años pero en virtud de tus ingresos ya puedes ahorrar digamos unos $260 dólares ¿Sabes cuanto tendrías a tus 60 años en un fondo que rentara lo mismo?, bueno, pues sorpréndete porque alcanzarías la fabulosa cifra de $188,237 dólares, que equivaldrían a $715,300,600 pesos Colombianos.
¿Conclusión? Que la persona joven quien arranca temprano a hacer la tarea tiene que hacer un menos esfuerzo financiero para lograr construir un fondo para el retiro robusto y que el maduro aunque con menos tiempo para ahorrar y un mayor esfuerzo mensual. igual puede construir un buen capital para retirarse con comodidad.
El retiro es quizás la meta financiera más importante en la que todos deberíamos pensar, porque inevitablemente es un momento al cual todos, Dios mediante, vamos a llegar y tenemos la inmensa responsabilidad, con nosotros mismos, de decidir en que condiciones queremos llegar a esta etapa.
¿Te acuerdas cuando al principio de este episodio te contaba que cuando finalmente decidí estudiar desde comienzos de año llegue a mi examen final con confianza porque ya tenía un colchón de buenas notas hecho durante el año?
Bueno, pues la planeación para el retiro es exactamente lo mismo, es acumular un colchón financiero construido por años, que nos va a dar la tranquilidad a la hora de presentar el examen de nuestra edad madura.
Mira, si hay un situación en la que he visto caras angustiadas es cuando la gente se ha dado cuenta que han llegado a su edad madura y no hicieron nada para su retiro, como cuando no hemos estudiado durante todo un año y llegamos con pánico al examen final, porque vemos que el agua nos ha llegado al cuello.
Y la idea no es culpar al sistema pensional o al gobierno, pues la responsabilidad de nuestra pensión es mayoritariamente nuestra, porque ni siquiera las economías más robustas del mundo pueden subsidiar el 100% de las pensiones de sus ciudadanos, en especial cuando poco o nada éstos han hecho por su retiro.
Entonces, si quieres aprobar el examen financiero de tu edad madura, ahorra disciplinadamente desde ya para tu retiro. Recuerda que la riqueza financiera no se hace de la noche a la mañana, se construye con la suma de pequeños esfuerzos hechos durante años.
Conclusiones de comenzar bien temprano
Bueno, pues estas fueron las cuatro dimensiones en las que empezar temprano van ayudarnos a aprobar el examen final de nuestra vida personal y financiera: Cuidar desde temprano nuestra salud, la formación académica, empezar desde muy jóvenes a trabajar y construir un capital desde ya para nuestro retiro.
Hace poco te mencioné un libro que me pareció revolucionario y fue “El Club de las 5 de la mañana” escrito por el canadiense Robin Sharma, un libro que sostiene que adquirir el hábito de levantarse a esta hora y aprovecharla por supuesto, es la clave para convertirnos en personas exitosas.
Bueno, pues aunque este libro habla puntualmente de levantarse temprano, creo que también aplica el principio que nos ha ocupado hoy de empezar temprano todas las cosas que queramos emprender en la vida, que nos darán oxígeno y ventaja en la etapa madura de nuestra vida.
No hay mayor delicia que llegar a una cita temprano, haber estudiado para un examen, haber preparado con tiempo una reunión, o llegar con ventaja a una situación cualquiera que sea. 😉
Entonces, ¿porque no empezar desde ya a construir esa ventaja y llegar a nuestras metas con tranquilidad? ¡Recuerda que el futuro es un lugar que construimos hoy!
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