¿Te gustaría saber porque ya soy un hombre rico? Un testimonio de mi vida, que sin duda se refleja en la tuya, ¡aquí, en Consejo Financiero!
Cuando pensamos en riqueza, fácilmente se nos vienen a la mente nombres de millonarios como Donald Trump, Jeff Bezos, Carlos Slim, Bill Gates o Mark Suckerberg, quienes se caracterizan por haber construido verdaderos emporios empresariales avaluados en cientos de millones de dólares y quienes llevan una vida de lujos inimaginables.
Sin embargo, algunos de ellos podrían no ser verdaderamente ricos, ¿Cómo puede ser? porque aunque tienen riqueza, ojo, financiera, ser rico es un concepto mucho más amplio que poseer bienes materiales.
La riqueza por definición es tener abundancia de algo, que incluye por supuesto tener dinero, pero también riqueza incluye tener una serie muy amplia de bienes inmateriales, de los cuales hablaremos en este post.
Ahora bien ¿Quieres saber porque soy una persona rica y quizás tú también lo seas? Empecemos.
Souy un hombre rico porque tengo salud
Bien. En primer lugar soy un hombre rico porque tengo salud. Si hay algo que aprecio enormemente en mi vida es tenerla, ya que la he perdido en el pasado.
Como lo he contado en algunos episodios de mi podcast, he pasado por dos fuertes pruebas de salud en mi vida, la primera hace diez años y la segunda hace ya casi tres años, cuando precisamente arrancaba con este programa.
En esas dos oportunidades mi vida estuvo en peligro y debido a ello tuve que someterme a fuertes tratamientos de quimioterapia, teniendo que pasar para ello muchos días de hospitalización y estar conectado a aparatos y mangueras.
¿Y sabes qué? Cuando estaba hospitalizado anhelaba poder valerme por mí mismo, escapar de esas cuatro paredes y salir a la calle a respirar aire puro, caminar, sentir el sol de la mañana en mi piel y hasta disfrutar el estar en un embotellamiento.
Y lo mejor que podía hacer en ese momento era mirar por la ventana con la esperanza de que en el futuro iba a recuperar mi salud para disfrutar nuevamente de esas sencillas pero valiosísimas cosas que nos ofrece la vida.
Mira, no quisiera que tuvieras que aprender a valorar tu salud pasando por la enfermedad, sino que mi testimonio sea suficiente para que empieces a cuidar tu salud desde ya.
Bueno, pues soy un hombre rico porque gracias a Dios, recuperé mi salud y disfruto nuevamente de esos placeres sencillos que nos ofrece la vida. Si alguna vez me ves en un trancón, no te extrañe verme cantando, en lugar de estar amargado.
Y para mantener esa tan valiosa salud, hago todo lo posible para cuidarla, alimentándome sanamente y haciendo con regularidad ejercicio, algo que por cierto disfruto muchísimo, porque me renueva física y espiritualmente y me hace sentir más vivió que nunca.
Al igual que en el campo financiero donde tenemos una responsabilidad con nuestra vejez ahorrando de jóvenes para nuestro retiro, en la salud también la tenemos con nuestro yo del futuro, cuidando el cuerpo que tenemos hoy para sembrar una buena vejez. Si Dios me lo permite, quiero llegar a ser un viejito que pueda valerse por si mismo y tener una excelente calidad de vida.
Cuando tienes salud, es decir, cuando te funciona bien tu corazón, tu estómago, tus riñones, y en general tienes el vigor para trabajar, eres una persona rica, porque tienes un activo incalculable, ¡con el que podrás hacer todo lo que te propongas!
Tengo personas que me aman
Bien. En segundo lugar soy un hombre rico porque tengo personas que verdaderamente me aman y estoy hablando no de conocidos, sino de esos pocos, pero entrañables amigos que Dios ha puesto en mi vida.
Te cuento que recientemente cumplí años, y me conmovieron las sinceras palabras de felicitación que ellos me dieron, esos amigos de verdad a quienes quiero agradecer su genuino aprecio. A ellos, muchas gracias!
Y esto si que ha sido profundamente sanador para mí. Te cuento que cuando era niño y aún adolescente, era tremendamente tímido, y se puede decir que mi vida escolar fue un poco triste, pues debido a mis complejos era un poco solitario y un niño apartado por los demás.
Cuando tienes verdaderos amigos, así sea uno sólo, eres una persona rica, más que tener muchos seguidores en Instagram o ser la persona más popular de tu entorno.
Tengo un trabajo que me encanta
En tercer lugar, soy un hombre rico porque disfruto lo que hago. Como sabes soy asesor financiero y me dedico a ayudarle a las personas con sus finanzas personales.
Pero si hay algo lindo que ha marcado mi vida personal y profesional es hacer Consejo Financiero. Nunca imaginé que hacer un podcast y escribir este blog podría traerme tantas satisfacciones, y eso que Consejo Financiero está hasta ahora entrando en su adolescencia, como conocer a personas que nunca imagine conocer y poder llegar hasta tus oídos permitiéndome entrar a la intimidad de tu vida a través de este maravilloso medio del podcasting.
Dicho sea de paso, ¿Sabes qué? soy un hombre rico porque cuento contigo y aprecio muchísimo que compartas un trocito de tu vida conmigo escuchando cada semana este programa, que de verdad, hacemos con todo el amor para ti.
Te cuento que hace años cuando trabajaba para un banco, los Domingos en la tarde me invadía la horrible angustia de tener que regresar al trabajo al otro día, característica de trabajar en algo que no te gusta o donde eres maltratado.
Bueno, pues te cuento que hoy en día, cada Lunes es motivo de alegría, pues lo que hago me encanta. ¡Eres una persona rica cuando disfrutas el trabajo que haces!
Y si en tu caso no disfrutas el trabajo que haces, ¿Qué esperas para encontrar uno que si lo haga?
Soy un hombre rico porque tengo tiempo libre
Perfecto. En cuarto lugar, te cuento que soy un hombre rico porque tengo tiempo libre, si, así como lo escuchas, tiempo libre.
Gracias a Dios, mi esposa y yo contamos con trabajos que nos permiten manejar nuestro tiempo, pero eso sí, siendo muy responsables, con nuestros compromisos laborales.
Aunque tenemos mucho trabajo, no te imaginas, tenemos tiempo para compartir con nuestra familia, nuestros amigos y para compartir tiempo juntos.
Recuerdo que cuando trabajaba en el banco, debía cumplir un larga y estresante jornada laboral en la que llegaba muy temprano y salía de noche, al punto que habían días en que no veía el sol del día y que apenas si me dejaba tiempo libre para disfrutar con mi familia los fines de semana. No puedo negar que me pagaban bien, pero a expensas de no tener tiempo libre.
Recuerdo que al salir de allí rechacé dos muy buenas ofertas laborales cuyo horario y salario eran similares, a cambio de un nuevo trabajo que en su momento me ofrecía prácticamente la mitad del ingreso que ganaba, pero con un horario más flexible y por ende más tiempo libre, que me permitieron a la larga disfrutar mucho más a mi familia y poder involucrarme más con mi iglesia, pues me di cuenta que a la hora de elegir un trabajo no sólo es importante el salario, sino tener un balance entre vida personal y laboral, que hoy tengo oportunidad de disfrutar.
Eres una persona rica cuando tienes tiempo libre de calidad para dedicárselo a tu familia, tus amigos y para hacer lo que más disfrutas.
Tengo a mi familia
En quinto lugar, soy un hombre rico porque tengo una familia maravillosa.
Te cuento que mi familia materna es muy grande, pero mi núcleo familiar más cercano esta compuesto por mi madre, mi hermana, mi tía, mis tres primos, mi esposa y la familia de mi esposa.
Soy el afortunado hijo de Esther, una dulce mamá que aún me trata como a su muchacho, quien ora sin descanso por mi y quien me llama fielmente todos los días a las ocho de la mañana.
Tengo a Martha mi única hermana quien es especial, quien depende enteramente de nosotros, pero que es ayuda en las labores de la casa y compañía para mi madre y quien siempre tiene una sonrisa y un abrazo cuando vamos de visita por la casa.
De otra parte está mi tía Consuelo, quien llegó a nuestra casa para ayudarle a mi mamá cuando mi hermana y yo éramos pequeños y quien termino convirtiéndose en nuestra hermana mayor y un gran apoyo para mi madre.
Están mis primos Cristian, Diego y Sara Tatiana, un grupo de milennials de humor negro que me hacen reir mucho y de quien aprendo bastante acerca de como piensan las nuevas generaciones.
Y está la familia de mi esposa, compuesta por mis suegros, cuatro hombres y una mujer, casi todos ellos casados y con sus familias.
A mi esposa y a mi nos encanta la vida familiar y tenemos la fortuna de poder compartir juntos como familia. Se puede decir que casí cualquier cosa es excusa para reunirnos, ya sea un cumpleaños, unos 50 años, navidad, un grado o sea lo que sea. No hay mayor delicia que poder sentarnos a la mesa para disfrutar a los que más amamos.
Eres una persona rica cuando tienes una familia, por pequeña que sea, pero que te ama y que te espera con un plato de sopa caliente a que llegues a casa.
Tengo una esposa que me ama
En sexto lugar soy un hombre rico porque tengo una esposa que realmente me ama como soy, me cuida y me hace cada día una mejor persona.
Le doy gracias a Dios porque Adriana es mucho más de lo que yo había soñado o merecido. Me siento muy afortunado de tener una esposa como ella.
Adriana fue esa esposa que me cuidó y me veló cuando me enfermé, esa esposa que ha levantado mis brazos en tiempos de dificultad, esa esposa que me apoya y ora para que todo lo que emprenda me salga bien, esa sabia amiga que me da a diario excelentes consejos, esa esposa que realmente ama a mi familia, esa esposa que me completa como hombre.
Soy un hombre rico porque cuento con una compañera de vida con quien me encanta estar, caminar de la mano y reir a carcajadas, eso no lo paga todo el dinero del mundo.
Así es que tú también eres una persona rica cuando cuentas con ese compañero de viaje incondicional que te ama tal como eres. ¿De que te sirve ganar el mundo si no tienes con quien disfrutarlo?
Tengo a Dios y un propósito
Y en séptimo y más importante lugar, soy rico porque tengo a Dios en mi vida y a él le debo todo lo que tengo y todo lo que soy.
Antes de conocer a Dios, mi vida era incompleta y aunque como ya te lo decía tenía éxito profesional, me sentía sólo y me embargaba un sentimiento de temor por el futuro.
Pero cuando tuve la oportunidad de conocer quien realmente es Dios y empecé a tener una relación intima con Él, fue cuando verdaderamente mi vida y de paso la de mi familia empezó a cambiar.
La escritura dice que Jesús vino para darnos vida y dárnosla en abundancia y al mirar atrás y ver lo que Dios ha hecho durante todos estos años, en tiempos de prosperidad y sobre todo en tiempos de dificultad, puedo ver que esta promesa es verdad. Una promesa que llena de propósito nuestras vidas.
Por su puesto, creer en Dios y llevar una vida espiritual, es una decisión personal, que sólo te corresponde a ti. Dios es un caballero y no va a entrar a tu vida si no se lo permites, pero creo que si decides arriesgarte hacerlo, Él te dará también esa vida abundante en todas las áreas de tu vida, ayudándote en tiempos de dificultad y llevándote a conquistar metas que quizás nunca llegaste a soñar.
Para concluir…
Estás son las razones por las cuales me considero un hombre rico. Recordémoslas una vez más: tengo salud, verdaderos amigos, un trabajo que me encanta, una audiencia que me escucha, tiempo libre, una familia maravillosa, una esposa que me ama y un Dios que me completa y me da una vida con propósito.
Y en este punto quisiera hacerte una aclaración: Aunque ser rico es mucho más que tener riqueza financiera, Si debemos esforzarnos en construirla, pues al fin y al cabo ésta hace parte de la prosperidad que todos anhelamos y es una útil herramienta que nos ayuda a edificar las demás cosas que nos hace personas verdaderamente ricas.
Creo que está bien alcanzar tanta riqueza financiera como queramos, siempre y cuando no descuidemos las demás cosas que componen esa riqueza plena, como la salud, la familia, el tiempo libre, la espiritualidad y todas las cosas que vimos hoy.
¿Ves que quizás ya eres una persona rica? Entonces, valora y cuida las cosas que ya tienes y no te compares con los demás, en especial si tienen más cosas materiales que tú. Mas bien alégrate porque eres una persona afortunada y dedícate a cultivar y hacer crecer tu riqueza material e inmaterial, ¡esa riqueza que Dios ha colocado en tus manos!
Si quieres escuchar el episodio podcast de este episodio, da clic a continuación:
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