¿Porqué no debes ser fiador ni pedir prestado a la familia? ¡Averigualo aquí, en Consejo Financiero y evita meterte en problemas!
Hay errores financieros que no sólo pueden afectar nuestro bolsillo, sino que además pueden afectar algo aún más valioso: nuestras relaciones con otras personas y sobretodo con nuestra familia.
Y dos de estos errores son: servir de aval o fiador a otra persona y pedirle prestado dinero a algún miembro de la familia.
Bueno, pues he traído este tema debido a la gran cantidad de historias trágicas de amigos, clientes y conocidos que han sido víctima de estas prácticas. ¡Si quieres evitarte dolores de cabeza, acompáñame en este post!
Servir de fiador a otra persona
Bueno, para comenzar, uno de los favores más incómodos que nos pueden pedir es servir como fiadores, avales o garantes de una deuda que está contrayendo otra persona. ¿y en que consiste esto?
Bueno pues ser fiador, aval o garante es cuando te comprometes a responder por las obligaciones financieras de la persona que las está contrayendo, si ésta no puede o no quiere pagar dicha obligación, que puede ser un préstamo de libre inversión, una tarjeta de crédito, un contrato de arrendamiento o cualquier otro tipo de obligación financiera.
Resulta que si esta persona no paga, lo que pasará es que el acreedor puede obligarte a seguir pagando el capital adeudado más los intereses corrientes y por supuesto moratorios y así hasta finalizar la deuda y pagar hasta el último centavo.
En el evento que te negaras a pagar dicha deuda porque quizás digas “Yo que voy a pagar una deuda que no es mía” bueno, pues el banco o la entidad financiera no solo podrá reportarte como deudor moroso ante las centrales de información financiera, sino que puede llegar a embargarte el sueldo o peor aún: embargar tus propiedades para cobrarse su deuda.
Aunque creo que con esto ya se explica solo, te presento las razones por las que no te aconsejo ser fiador o aval de nadie:
La primera razón es que el riesgo de que termines pagando tú la deuda es altísimo. ¿Por qué? Porque cuando una entidad financiera o una inmobiliaria le piden a una persona un aval que sea una persona solvente y frecuentemente propietaria de algún bien raíz, es porque la entidad financiera sabe que quién está pidiendo prestado, no va a pagar y la forma de asegurar el negocio para ellos es que alguien que si pueda hacerlo ponga la cara en caso de que suceda lo que ellos predijeron. ¿Y sabes cómo hacen ellos para saber que esa persona no pagará? Porque tienen modelos estadísticos súper sofisticados que diagnostican con bastante precisión cuando una persona no podrá pagar.
Y si te pones a pensar, ¡tiene todo el sentido! En el caso hipotético de que fueras el banco, no vas a soltar un centavo sin asegurarte antes que te van a pagar y ese que va terminar pagando es el fiador. Como diría mi suegro: chusco, ¿no?
La segunda razón es que si te toca pagar, tu hígado se podrá ver seriamente afectado. ¿Por qué? Porque no hay cosa que dé más coraje que terminar pagando una deuda que no es tuya. Lamentablemente conozco muchos casos de personas que por ignorancia o simplemente por confiar ciegamente en esa persona terminaron pagando millonarias deudas. ¿Cómo te sentirías sacando cada mes dinero que te ha costado conseguir, e ir al banco hacer una fila y pagar una deuda de una persona que quizás ya ni ves? Porque tristemente, muchos terminan huyendo para evadir la responsabilidad.
Y la tercera razón son los altos costos de la deuda como tal, por efecto de los intereses corrientes y los intereses de mora, que es casi seguro que se habrán generado. Usualmente el fiador o aval se entera que el titular de la deuda no ha pagado, cuando ya han transcurrido varios meses de mora…. y adivina a quien le va a tocar pagarlos…. Como lo hemos visto en muchos episodios de mi podcast, la deuda te empobrece, te estanca y no te deja prosperar.
Pero como en el Algebra de Baldor, tengo lo que llamaríamos un caso especial y es el siguiente: Si realmente quieres ayudar a esa persona, Y si estás en la capacidad de hacerlo, hazle más bien una donación como lo veíamos en el episodio número 60 de mi Podcast o en el peorsísimo de los casos sírvele de fiador, pero ojo: siempre y cuando estés preparado financiera y emocionalmente para pagar la deuda. De lo contrario, si no estás dispuesto a pagarla, di amablemente que no ante la solicitud de ser aval. Es mejor ser generoso, a que te engañen y te vean la cara de bobo.
Pedir prestado a la familia
Bien. Sigamos con el siguiente error financiero y es el de pedir prestado a la familia
La gente suele pedir prestado a la familia llámese abuelos, tíos, suegros, hermanos o padres aprovechando las buenas relaciones con éstos o simplemente cuando los bancos no les prestan.
Y quizás este sea tu caso: Necesitas dinero para comprar tu casa, pagar una deuda o montar tu negocio y ves una oportunidad, la mayoría de veces sin intereses, de financiarte y poder lograr tu propósito.
Y aunque pedir prestado a la familia podría sonar bien, te presento a continuación porque considero no deberías hacerlo:
Bueno, pues la primera razón es que todo tipo de deuda, así no te cobren intereses, no es buena. ¿Por qué? Porque el dinero que te prestan no es un regalo, es un dinero que debes devolver algún día. En otras palabras estás recibiendo un dinero que no es tuyo.
Y no porque el dinero te lo estén prestando tus padres o tus suegros significa que es menos importante que el dinero que te presta el banco. ¿Por qué? Porque no es cualquiera quien te lo está prestando, te lo está prestando un ser querido.
Y esto me lleva a la segunda razón por la cual no deberías pedirle prestado a la familia y es que pones en peligro tu relación con este ser querido. ¿Por qué? Porque si no pagas o no eres puntual, ¿con qué cara te vas a presentar en una reunión familiar? ¿Cómo va a estar el nivel de confianza que tienes con esa persona? Recuerda que la confianza es la materia prima para cualquier relación saludable.
Y en tercer lugar, hay una cosa aún más fea que puede sucederte: y es que ese tío, suegro o hermano al que le debes y no le has pagado, se va a sentir con derecho de decirte cómo administrar tu dinero. ¿Por qué?
El libro de los proverbios dice algo que me encanta: El deudor es esclavo de su acreedor. Mira: no te sorprendas si ese familiar te critica o te llama la atención por el colegio donde tienes a tus hijos, la ropa que vistes, el carro que conduces o el estilo de vida que tienes, pues al ver en lo que usas el dinero y aun así no le pagas, cree que puede decirte como gastar. Por supuesto, no tiene derecho a mandar sobre tu vida, o de alguna manera si, porque le has dado permiso haciéndote esclavo de esta persona como lo dice el proverbio a través de la deuda.
Y si es tu caso, mi recomendación es que pongas la cara y pagues cuanto antes esa obligación. Es preferible vender una parte de tus activos para pagar la deuda, en lugar de perder una valiosa relación con ese tío, padre o suegro. ¿Qué vale más?
Para concluir
Bueno, pues estos fueron los ácidos porqués de no servir de fiador ni pedirle prestado a la familia. Me disculpo contigo si quizás te haya hecho sentir incómodo con este post, pero créeme, he visto estas cosas muchas veces y no quiero que te pase a ti.
En lo personal, pienso que es mejor pasar por la vergüenza de decir que no a ser aval a tener que pagarle la deuda a alguien más. Cuando me lo han pedido, y de pronto te sirve, le explico a la persona que mi política no es prestar dinero ni servir de fiador, porque para mí vale más mi relación con esa persona que tener un problema con ella.
Y en el caso de la familia igual. No presto ni pido dinero prestado, más bien y si podemos hacerlo, le damos una donación a esa persona, pues estamos convencidos con mi esposa, que hay mayor provecho en dar que en recibir.
Cuentas claras y chocolate espeso. ¡Te invito a que consideres estos consejos y evites meterte en problemas!
Si quieres escuchar el episodio podcast de este ártículo, ve a:
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