¿Que lecciones para nuestra vida personal y financiera podemos aprender de Jeff Bezos? ¡Descúbrelo aquí en Consejo Financiero!
Hoy continuamos con nuestra serie de biografías de empresarios de talla mundial como Carlos Slim, Steve Jobs o Mark Zuckerberg, de quienes ya hemos aprendido un montón de lecciones para nuestra vida personal y financiera.
Bueno, pues nuestro invitado de hoy es Jeff Bezos, el fundador de la multinacional del comercio electrónico Amazon, una de las compañías más valiosas del mundo junto con Apple, Microsoft y Google.
En este post haremos una breve reseña de la vida de Jeff Bezos y su compañía y las lecciones que como emprendedores nos puede dejar.
Primeros años Jeff Bezos
Muy bien. Jeffrey Preston Bezos nació un 12 de Enero de 1964 en la ciudad de Albuquerque Nuevo México, hijo de Ted Jorgensen y Jacklyn Gise, una joven de 17 años que fue abandonada meses después por el padre de su hijo pero quien se casó posteriormente con el ciudadano Cubano Miguel Bezos, quien adoptó a Jeff y le dio su apellido tiempo después de su nacimiento.
Algunos años después, La familia de Jeff se mudó a la ciudad de Houston (Texas), donde Jeff estudió del 4.º al 6.º grado en la escuela River Oaks Elementary. Posteriormente, su familia tuvo que mudarse una vez más, pero a la ciudad Miami (Florida), donde estudió en la Miami Palmetto Senior High School, cuya alma máter era la Universidad de Princeton.
Bueno, pues debido seguramente a la estrecha relación entre ambas instituciones, Jeff termina estudiando Ciencias de la Computación e Ingeniería Eléctrica en dicha Universidad, donde se graduó en 1986.
Su vida laboral arrancó trabajando para una compañía de fibra óptica para luego dar un giro inesperado pasándose a trabajar a una firma de inversiones en Wall Street llamada D E Shaw, caracterizada por desarrollar complicados modelos matemáticos y sofisticados programas informáticos para detectar oportunidades en el mercado de valores. Bueno, pues seguramente estos temas fue lo que llevo a Jeff a trabajar allí.
Historia de Amazon
El caso es que Jeff no conforme en su trabajo como empleado, un día vio una oportunidad de negocio en el prometedor mundo del internet de comienzos de los 90´s, pues aparentemente navegando, algún día vio un negocio que ofrecía productos por internet y averiguando un poco más, encontró que el comercio electrónico estaba creciendo a tasas del 2,300% anual.
Entonces pensó en montar un negocio que también vendiera productos por internet, pero no sabía exactamente que, entonces según lo que ha revelado en algunas entrevistas, hizo un listado con productos que pudiera comercializar pero que le generaran un bajo costo y que la vez tuvieran una demanda universal y encontró que los libros cumplían ambos requisitos.
Bueno, pues parece que a raíz de su hallazgo, se interesó en la industria editorial y asistió a la convención anual de libros de la ciudad de los ángeles, donde aprendió todo sobre la industria.
Bueno, pues decidido a emprender, fue así como renunció a su trabajo y con un capital de $300,000 dólares aportados por sus padres, fundó un 05 de Julio de 1994 el sitio web Cadabra.com, alquilando con su en ese entonces esposa, Mackenzie Scott, un garage en la ciudad de Seattle, donde empezó a construir el sitio web con tres servidores, abriendo sus puertas oficialmente al comercio electrónico un año después, el 16 de Julio de 1995, ofreciendo un catálogo de más de un millón de libros en línea donde estaban compiladas las publicaciones de diversas editoriales, a través del cual la gente podía buscar los libros disponibles en stock y pedirlos de manera directa a través del sitio web.
No obstante y al igual que le sucedió a Facebook, Jeff recibió algunas observaciones sobre la no conveniencia del nombre por lo confuso del mismo, por lo que decidió cambiarlo usando aparentemente un diccionario a Amazon, inspirándose supuestamente en el rio Amazonas, pero se cree que fue más por estrategia de visibilidad en los motores de búsqueda de entonces, que ordenaban los sitios web de manera alfabética.
Bueno, pues sólo dos meses después, Amazon ya había logrado vender a los 50 estados de la unión americana y llegar a más de 45 países, vendiendo un promedio de $20,000 dólares a la semana.
Debido al éxito de la compañía, dos años después Amazon ya estaba haciendo su primera oferta pública en la bolsa electrónica de valores NASDAQ, que reúne las empresas más importantes del sector de la tecnología, cotizando a un precio de $18 dólares por acción.
En 1998, pasa algo importante en la compañía y es que Amazon decide incluir en su catálogo de productos nuevas categorías, empezando a vender música en CD, vídeos en DVD, software y videojuegos.
Bueno, pues imagínate que para el año 2000, la compañía dio un giro radical transformándose en un Marketplace, es decir un lugar donde todo el mundo ya podía comprar y vender productos y servicios de todo tipo, permitiendo a sus usuarios encontrar desde un alfiler hasta un yate pero con los más altos niveles de calidad y garantía del mercado.
Y no contento con todo esto, Jeff Bezos decide ingresar al negocio de almacenaje de datos en la nube, fundando en el 2002 Amazon Web Services, hoy en día el principal proveedor de almacenaje de datos en el mundo y Amazon Prime en el 2005, una suscripción premium donde sus usuarios pueden recibir sus compras en un plazo máximo de 48 horas sin costos de envío.
Bueno, pues para hacerte corta la historia, Amazon termino convirtiéndose en una de las compañías más valiosas del planeta al lado de gigantes como Facebook, Google, Microsoft o Apple, consolidándose en una empresa que emplea alrededor de 1,125,000 empleados en todo el mundo, que hoy en día ofrece un portafolio amplísimo de productos y servicios y que arrojó utilidades de más de $280,000 millones de dólares en el 2019, Lo que ha llevado a Jeff Bezos, a ubicarse según la revista Forbes por cuarto año consecutivo como el hombre más rico del mundo en el 2021, con una fortuna que asciende a los 177,000 millones de dólares. ¡Una salvajada!
Lecciones financieras Jeff Bezos
Muy bien. Hasta aquí hemos hecho un breve resumen de la vida de Jeff Bezos y su compañía Amazon.
Pero bueno, ¿que enseñanzas podemos recoger de este empresario y magnate norteamericano?
Bueno pues la primera lección que podemos aprender es que Jeff tuvo ese olfato que cualquier emprendedor debe tener a la hora de hacer negocios, de una parte, logrando ver el increíble potencial del internet como plataforma para hacerlos y de otra, crear la solución a un problema crónico en la compra de libros. ¿Por qué?
Imagínate que hace años era muy difícil tener acceso a cualquier tipo de libros, pues las librerías locales sólo trabajaban con algunas editoriales y si uno necesitaba un libro específico, como algunos que en mi época universitaria necesité, pues tocaba mandar comprarlos si se tenía un familiar en otra ciudad o país donde si se encontrara y que nos lo enviara a través de un costoso envío nacional o internacional.
Bueno, pues lo que Jeff Bezos hizo a través de Amazon es que todos esos libros estuvieran al alcance de un clic, eliminando las tradicionales barreras de tiempo y distancia.
La primera vez que supe de Amazon fue por allá en 1998, cuando conocí a un cliente al que le enviaban libros absolutamente imposibles de encontrar en Colombia y que además se los llevaban a la puerta de su casa. Algo impensado en esos tiempos.
¿Conclusión? Que un buen emprendedor debe tener olfato para las oportunidades que muchas veces se tienen en las narices y que nadie ve y además que anda en busca de problemas, en el buen sentido de la palabra y los soluciona, que fue lo que este empresario hizo con los libros y ahora con cualquier tipo de producto que se te ocurra.
La segunda lección que podemos aprender de Jeff Bezos es que como emprendedor lo primero que hizo fue ojo: aprender todo lo que tenía que saber acerca del negocio de los libros, antes de dejar la comodidad de un trabajo con quizás un buen salario y arriesgarse a emprender en algo totalmente nuevo para él.
Notemos que este emprendedor no dio el paso sin antes haberse preparado muy bien y ojo, habiendo resuelto el tema de la financiación, aunque eso si, con deuda familiar y haciendo un plan de negocios muy bien hecho para ahí si tomar la decisión de renunciar a su empleo y a una edad en la que uno aún puede tomar semejantes riesgos: 30 años, una época de la vida en la que si se fracasa se tiene suficiente tiempo para volver a comenzar.
Esto lo que nos enseña es que a la hora de emprender es fundamental volvernos unos expertos en el negocio en el que nos vamos a involucrar antes de empezar y sobre todo, hacer una muy buena planeación financiera y administrativa, que asegure no sólo la sostenibilidad del negocio sino poder financiar al menos nuestros gastos básicos, eso si, sin recurrir a la deuda.
La tercera lección que considero podemos aprender es que Jeff amplió rápidamente su oferta de productos y servicios pasando de ofrecer sólo libros, a ofrecer música, películas, software y video juegos y más adelante a convertirse en un Marketplace.
¿Porque me parece valiosa esta lección? Porque como emprendedores, solemos muchas veces a casarnos con una oferta de productos y servicios limitada, no viendo el potencial de venta cruzada que puede tener nuestra base de clientes.
Mira: toda la vida será más fácil venderle un nuevo producto o servicio a un cliente existente, que venderle un producto o servicio a un cliente completamente nuevo, lo que quiere decir que nuestra base de clientes es una verdadera mina de oro ¿ves porque?
Si estás por ejemplo en el negocio de la belleza, no te conformes sólo con ofrecer productos de cosmética, también le puedes ofrecer asesoría de imagen, servicio de Spa, peluquería, estética y todos los servicios relacionados con la industria. ¿ves?
O si por ejemplo estás en el negocio inmobiliario sólo vendiendo propiedad raíz, que tal si por ejemplo te capacitas y le ofreces a tus clientes el servicio de remodelación, diseño de interiores y/o arrendamiento a través de contratos tradicionales o Airbnb?
La idea es ampliar nuestra oferta de productos y servicios, pues de esta manera no sólo aprovecharemos el potencial de compra de nuestros clientes, sino que lograremos fidelizarlo mucho más.
La cuarta lección que podemos aprender de este empresario fué su visión para los negocios.
Jeff Bezos pudo quedarse sólo con un negocio rentable de libros y dejarlo ahí, pero su visión lo llevo a crecer muchísimo más al punto que a los dos años ya estaba cotizando en la bolsa de valores, con el fin de atraer muchos inversionistas que inyectaran millones a su negocio y así pudiera llegar al punto que ha llegado hoy… sin contar lo mucho que aún pueda haber en la mente de este brillante empresario.
Esta es la mentalidad que debemos tener como emprendedores, una mentalidad de crecimiento que no se quede necesariamente en el típico negocio familiar, sino tener una mentalidad que nos lleve a construir grandes empresas, apuntando a la formación de nuestra gente y a la delegación, a dar más empleo, a abrir sucursales en otras ciudades o países y conquistar nuevos mercados, eso si, sin perder el equilibrio entre nuestra vida personal y laboral.
Muy bien, pues así como hay lecciones muy positivas que podemos aprender de Jeff Bezos, también hay lecciones no tan positivas que nos arroja su biografía, del tipo “No lo intentes en casa” como por ejemplo el alto riesgo que asumió en la financiación de su negocio, endeudándose casí en un 100% para emprender arriesgando los $300,000 dólares que sus padres le dieron, que constituían el patrimonio de toda su vida.
Afortunadamente las cosas salieron bien, pero ¿Qué hubiera pasado si el negocio hubiera fracasado? Su padre se hubiera quedado sin el capital que había construido toda su vida y su madre se habría quedado sin su plan de jubilación.
El caso de Jeff Bezos tuvo un fin feliz, pero la verdad es que en la gran mayoría de los casos no pasa eso, sino que tristemente muchos emprendedores que financian sus negocios con deuda no sólo terminan quebrados sino además endeudados, teniendo que volverse a emplear para vivir y pagar sus deudas.
Ahora, con esto no te estoy diciendo que no emprendas ni asumas riesgos, no, lo que te estoy diciendo es que puedes construir un capital propio para arrancar tu emprendimiento en pequeño sin deuda y si no funciona, pues no pasa nada pero si funciona y comienza a generar ingresos para ser ojo, autosostenible y empezar a pagar tus necesidades básicas ahí si puedes dejar tu empleo y lanzarte de lleno al agua, buscando fuentes de financiación para hacer crecer un negocio ya maduro, no para comenzarlo. ¿ves la diferencia?
Asimismo Jeff Bezos ha sido constantemente criticado y demandado por ejecutar prácticas no muy éticas, como aparentemente no proporcionar las mejores condiciones laborales a sus empleados ni dejarlos sindicalizarse, patrocinar políticos que favorezcan a la compañía, participar en acciones anticompetitivas y usar la discriminación de precios, no controlar sus emisiones de carbono impactando el medio ambiente, por mencionar solo algunas cosas, que han manchado su reputación.
Bueno, pues sin el ánimo de juzgar la veracidad de estas criticas o demandas, lo que esto nos enseña como emprendedores es que la integridad en nuestra forma de actuar es y será siempre nuestra mejor carta de presentación y la mejor forma de poder dormir tranquilos. De nada nos sirve hacer una trampita allí o acá, para ganarnos un negocio o poder cobrar más en otro, si no tenemos paz en nuestra vida.
Bueno, pues este fue un breve resumen de Jeff Bezos y su tremenda compañía Amazon y las lecciones que a mi juicio podemos recoger de la vida de este empresario, de quien son muchas más las cosas positivas que las negativas que nos deja.
Te dejo con una de su frases más famosas para cerrar este episodio:
“En Amazon tenemos tres grandes ideas que hemos conservado por años y son la razón de nuestro éxito: Poner al consumidor en primer lugar, inventar y tener paciencia”
Si quieres escuchar el episodio podcast de este post da clic a continuación:
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